Le Corbusier
(1887- 1965) Petit Cabanon, Roquebrune,
1951
Nuestra
actual normativa de edificación suele hacer acopio de especificaciones mínimas,
las que por interesadas razones, se vuelven normas de uso.
Alturas
mínimas, anchos mínimos, superficies mínimas: vida mínima o existenzminimum.
En la
actualidad hay dos razones principales para revisar esta actitud mezquina ante
el lugar habitado por nuestros congéneres:
- La primera, es que es preciso otorgar una holgura necesaria al tamaño conforme de todas las cosas en relación con todos los cuerpos, todas las capacidades, todos los requerimientos, todas las coreografías de la vida.
- La segunda, que es preciso abrir paso a una flexibilidad en la implementación, para evitar que haya elementos arquitectónicos de un solo uso posible.
Hay
que conseguir nuevos estándares de adecuación: holgados y multipropósito.
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