Edward
Clifford (1844- 1907) Unos que han
recibido a los ángeles inopinadamente (s/f)
Dado que las conformaciones de
mundo siempre se expresan también arquitectónicamente, más exactamente, en la
tensión sinérgica entre bienes muebles e inmuebles, hay que tener en
consideración los procesos esferopoiéticos, que se materializan bajo forma de
espacios habitados, edificios y aglomeraciones arquitectónicas. De acuerdo con
una idea de Le Corbusier, se puede comparar un edificio con una pompa de jabón:
“La pompa de jabón es perfectamente armónica cuando el alieno está bien
repartido, bien regulado desde dentro. El exterior es el resultado de un
interior”
Sloterdijk,
2004
Hay
en la arquitectura una cierta tensión sinérgica entre sus contexturas
exteriores e interiores.
La
poiesis (hechura orgánica) de la arquitectura quiere que las fuerzas de la vida
confieran forma a la arquitectura del lugar, equilibrándose sinérgicamente con
las fuerzas físicas (materiales, energéticas, informativas) que conforman el
artificio construido. Hasta ahora, en el pensamiento de los arquitectos
profesionales, ha operado la pretensión persistente de que esta tensión
sinérgica debe resolverse “desde el exterior hacia el interior”, si pudiese
expresarse así. Dado el edificio,
entonces, operará la vida habitándolo.
La
Teoría del Habitar se propone liberar las tensiones de la vida y la contextura
de la arquitectura del lugar “desde el interior hacia el exterior construido”. Dada la vida que habita, entonces encontrará
la forma de su edificio conteste.
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