Jules-Alexandre
Grün (1868 - 1934) Un grupo de artistas
(1929)
Allí
donde el existenzminimum constriñe, es preciso oponer algo más que holguras
dignas: es oportuno reivindicar ámbitos para la libertad decorosa del cuerpo en
los lugares.
Liberación
y desalienación de los cuerpos, las personas y los agentes sociales, es la
consigna ahora. La medida decorosa de los lugares es el margen de libertad
efectivamente conseguido a la economía mezquina de los contabilizadores del
aire. Pero, a no engañarse, la libertad de apenas algunos no basta. No se trata
de embanderar las demandas sociales con privilegios encubiertos: los beneficios
del decoro deben alcanzar a todos y a cada uno, en todos los ámbitos que ocupen
a todos los títulos.
Es
preciso conquistar amplios intervalos a la libertad en los lugares. No hay vida
buena en el constreñimiento alienador.
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