Louis Stettner
(1922- ) Central Park, New York (1997)
Lo que ocurre cada día y vuelve
cada día, lo trivial, lo cotidiano, lo evidente, lo común, lo ordinario, lo
infraordinario, el ruido de fondo, lo habitual, ¿cómo dar cuenta de ello, cómo
interrogarlo, cómo describirlo?
Georges
Perec, Lo infraordinario.
Algunos
buenos fotógrafos nos persuaden que el arte impregna la vida cotidiana y sólo
se necesita ser testigo. Por ello portan siempre su cámara.
Pero
de lo que se trata aquí y ahora es de revelar el carácter propio de lo trivial y común sin incurrir en un pancalismo, que
supone la difusión omnipresente de la belleza. Por sólidas razones, es
conveniente que las personas y su conducta siempre sean consideradas como
figuras recortadas y a la vez inmersas en un fondo que les es habitual.
Dar
cuenta de lo infraordinario: implica, entonces, volverlo visible, primero y luego reintegrarlo
a su estatuto de fondo.
Interrogar
lo evidente: supone, así, extrañarlo,
primero y luego reintegrarlo a su
estatuto de habitual.
Describir,
en suma, lo ordinario: significa conferirle
un relieve epistémico y luego desmontar
la operación.
¿De
ahí seguiría interpretar con sabiduría, entonces? Por favor, ayúdenme a
pensarlo.
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