George Segal
(1924- 2000) Mujer azul sobre cama negra
(1990)
Nos
es acuciante una rigurosa y sistemática antropología del cuerpo porque éste es
nada menos que el alumbrador de una peculiar contextura física y geométrica de
los lugares.
Ya no
es posible entender la arquitectura y el habitar humano con las constricciones
de la física newtoniana y la geometría euclidiana. Hemos de reconocer que la
realidad del cuerpo interviene compleja y diversamente en el campo habitado (la
estructura espaciotemporal que es constituye efectivamente un lugar). Nos es
necesario reconstruir la genealogía de las dimensiones humanas del lugar y
aprender a operar con ellas.
Una
arquitectura dotada de una práctica poética humanista no puede ignorar aquello
que sólo una antropología del cuerpo puede averiguar.
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