Emergencias del Jardín

Oswald Achenbach (1827–1905) Jardines de Villa Borghese (1886)

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
Miguel Hernández

El Jardín, que siempre es el mismo y que aparece por aquí y por allá, emerge sólo donde se le ofrecen ocasiones propicias.
En cada lugar del mundo en que ocurre, siempre hay algo elegíaco. Apenas si podemos recordar, mediante un fragmento remanente cómo era todo el mundo antes.

Por eso, no hay hermosura riente del palpitar de la vida en el Jardín que no evoque una dicha perdida ya hace demasiado tiempo y quizá para siempre.

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