Denis Roche
(1937-2015)
Es evidente que la arquitectura
"enriquecedora" tiene que dirigir todos los sentidos simultáneamente
y fundir la imagen del yo con nuestra experiencia del mundo. El fundamental
cometido mental de la arquitectura es el alojamiento y la integración. La
arquitectura articula las experiencias del ser-en-el-mundo y fortalece nuestro
sentido de realidad y del yo; no nos hace vivir en mundos de mera invención y
fantasía.
Pallasmaa,
2005
La
entrevisión de una arquitectura “enriquecedora” sólo es posible, en mi opinión,
a partir de la consecución de una arquitectura humana, fundamentada en la
realidad concreta de su habitación y fruto de un ejercicio humanista de la
profesión arquitectónica.
Alojamiento
e integración son aspectos de una única finalidad trascendente para la
arquitectura. Tal finalidad es la habitación, que a la vez deja a las personas
tener efectivo lugar toda vez que contribuye en lo que le es propio a la
constitución de las específicas situaciones en el mundo de los sujetos. Esta
doble constitución, por cierto, es tan real como imaginaria.
De
allí, precisamente, su trascendencia. De allí, precisamente, su carácter
humano. De allí, precisamente, su imperativa constitución.
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