El confort como valor (III)

 Delphin Enjolras (1857–1945) Contemplación (s/f)

Existe una característica específicamente humana que afecta constitucionalmente al confort.
Cuando tratamos del confort humano nos situamos en un mundo de posibilidades, proyectos, construcciones y transformaciones constantes. Mientras que el resto de los seres vivos se conforman con padecer su ambiente, el ser humano produce una antroposfera, un mundo posible, construido y continuamente modificado, sin que alcance a ser del todo un puro artefacto.

Se habita entonces un mundo situado entre dos luces o condiciones: posibles y necesarias. Esta constitución antroposférica del mundo es una determinación estructural del ambiente habitado por el hombre. Concomitantemente, así se determina un estrato propiamente estructural del confort. Se trata de un estado posible, proyectado, construido y transformado de modo constante.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario