Georgios
Jakobides (1853- 1932) Los primeros pasos
(1892)
Se
nos hace creer que la buena vida es acaso un infrecuente privilegio de unos
pocos, quienes, por otra parte, se dejan ver poco.
¿Qué
pasaría si empezáramos a creer en serio
que la buena vida es algo accesible, cotidiano y omnipresente?
Podría
suceder que, animados por tal creencia, nos sumiéramos plácida y
abandonadamente en la conformidad con nuestras actuales condiciones efectivas
de vida. Para algunos, esto no sería otra cosa que ocupar una zona de confort.
Pero
también podría suceder que, esclarecidos, pudiéramos lanzarnos a procurarnos
una vida plena en el convencimiento que la tenemos a la mano, en las
dimensiones ordinarias de nuestra existencia y, definitivamente, no es sino un
derecho de todos sin excepción, pero que a cada uno le cabe una peculiar y
propia figura que construye día a día.
Entonces,
la buena vida no sería ya cosa de consumo, sino de producción.
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