René Magritte
(1898- 1967) La condición humana
Hay
un tercer aspecto singularmente en una necesaria política del hábitat. Se trata
de la reconsideración crítica de la tradicional idea de desarrollo económico,
lo que podría formularse, tentativamente, como desarrollo social.
Por
desarrollo social se entiende aquí el desarrollo consecuente de la pública
felicidad, esto es, un desarrollo de las fuerzas productivas puesto al servicio
de la plena inclusión social en un orden justo gestionado de modo participativo
y democrático. Se trata de un desarrollo integrado, territorialmente concreto y
difundido estructuralmente en el cuerpo social, sin exclusiones ni rezagos.
No se
trata de ninguna mágica simplicidad política, sino de un resultado inteligente,
progresista, y convergente proceso de
redireccionamiento de las fuerzas sociales. Se trata de una dirección, no hace
falta decirlo, decididamente diferente a la dominante hoy.
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